En el año 2009, el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social organizó una cumbre sobre Estrategias en medio ambiente y cambio climático. Este foro, fruto del cual se publicó un libro, estuvo presidido por la Ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa y la conferencia inaugural fue pronunciada por el profesor Ramón Tamames.
Desde hace un par de siglos, la actividad humana con la utilización de combustibles fósiles en la industrialización, el transporte, la minería, la deforestación, entre otros; han incrementado en la atmósfera la cantidad de gases como el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y los clorofluorocarbonos, que forman parte del fenómeno conocido como Efecto Invernadero.
Bajo condiciones de equilibrio, la cantidad total de energía que entra en el sistema por la radiación solar se compensará exactamente con la cantidad de energía radiada al espacio, permitiendo a la Tierra mantener una temperatura media constante en el tiempo. Por ello el efecto invernadero es un factor muy importante a tener en cuenta en el clima de la Tierra.
Sin embargo, no toda esta radiación vuelve al espacio pues los gases de efecto invernadero absorben la mayor parte de la misma. Esto impide que la energía pase directamente de la superficie terrestre al espacio,
consiguiendo un calentamiento que es el responsable de mantener una temperatura media en el planeta apta para la vida. La mayoría de estos gases han existido siempre en la atmósfera, pero si le sumamos otras actividades humanas como la deforestación la consecuencia es que la atmósfera se encuentra muy limitada para regenerarse y eliminar el dióxido de carbono, causante principal del efecto invernadero. Todos estos cambios causan un incremento en la temperatura terrestre, lo que denominamos Calentamiento Global o Cambio Climático.
En las próximas décadas es muy alta la probabilidad de calentamiento global si se continúa con el incremento de estos gases en la atmósfera. Sin embargo, existe la incertidumbre en cuanto a su magnitud, cronología y distribución de estos impactos en los patrones del clima global. La comunidad científica está de acuerdo en que limitar las emisiones de los gases de efecto invernadero, es decir, limitar las combustiones fósiles, resulta no sólo deseable sino probablemente imprescindible para evitar que el problema se agrave aún más.
Sin embargo, disminuir las emisiones derivadas de las combustiones de carbón y petróleo no es sencillo en un mundo que no para de crecer y desarrollarse económicamente. Y no sólo es difícil en los países desarrollados sino, sobre todo, en los que se incorporan a toda velocidad a dicho desarrollo. Son muchos los que opinan que hay que ir pensando en medidas de adaptación al cambio climático y ciertamente los países ricos están mejor armados que los países más pobres para esa lucha de adaptación, y para la supervivencia de sus modos de vida.
Consecuencias del cambio climático
Las consecuencias más importantes del cambio climático son:
- El descongelamiento de las nieves eternas en las regiones subpolares afectan la estabilidad de los suelos causando severos daños en las infraestructuras: carreteras, autopistas, edificios y aeropuertos.
- Al calentarse las regiones templadas se favorecerá el aumento de enfermedades y parásitos que no son comunes en ciertas regiones, afectando a millones de personas que carecen de inmunidad. Asimismo, aumentará la incidencia de plagas y enfermedades en la agricultura, reduciendo de esta forma las cosechas.
- Los cambios en los patrones de lluvias obligará a variar las temporadas de siembra y cosechas, alterando la oferta en los mercados y la disponibilidad de alimentos. También se incrementará la erosión, la incidencia de inundaciones y la disposición de agua potable tanto para las necesidades básicas como para la irrigación de la producción de energía eléctrica. Además, reducirá la proporción de humedad y aumentará la posibilidad de que se produzcan incendios forestales.
- Considerando que los ecosistemas dependen de un balance de suelo, lluvia y temperatura para su existencia, estos cambios los alterarán con los consecuentes resultados.
- Las aves son un componente intrínseco de los ecosistemas, necesario para nuestra supervivencia. Los ecosistemas, como los bosques o el ambiente marino, nos aportan alimentos, medicinas e importantes materias primas, mantienen el clima estable, oxigenan el aire y transforman los contaminantes en nutrientes. Las aves tienen un papel importante en el funcionamiento efectivo de estos sistemas.
- La vida silvestre costera tenderá a desaparecer y aumentará la salinidad de los suelos al producirse variaciones en el nivel del mar. Algunas especies emigrarán, pero la gran mayoría no podrán adaptarse a los cambios y posiblemente muchas de ellas desaparecerán.
- Al incrementarse el nivel del mar muchas zonas costeras se inundarán y ello obligará a millones de personas que habitan esas regiones a emigrar, por lo que requerirán alimentación, vivienda, servicios de salud, mantenimiento, etc. en las nuevas regiones donde se trasladen.
- Serán más frecuentes los disturbios meteorológicos, tales como tormentas y huracanes tropicales.
Planes de lucha contra el cambio climático
Por estas razones es esencial poner en marcha planes especiales de lucha contra el cambio climático con el fin de evitar posibles efectos más severos en el futuro, considerando fundamental el apoyo por parte de la población en el ámbito mundial y con la ayuda de programas de mitigación, tales como:
- Modificación en la actitud pública y medidas de planificación, para llevar a cabo las acciones frente al cambio climático.
- Concienciar e implementar el conocimiento sobre los problemas del cambio climático.
- Reforzar las prácticas positivas para limitar el cambio climático.
- Fomentar la participación general de todos los países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, en la búsqueda de soluciones y mecanismos de control.
- Implementar medidas de atenuación, como, por ejemplo:
- Reforestación: Se debe aumentar la reforestación y reducir los niveles de deforestación a fin de asegurar la suficiente masa boscosa que consuma parte del dióxido de carbono excesivo.
- Empleo de fuentes alternas de energía: Tales como energía solar e hidroeléctrica en sustitución de los combustibles fósiles, así como la quema de leña y madera. Reducir o eliminar el uso de los clorofluorocarbonados, que no solo aminoraría el Efecto Invernadero, sino también la erosión de la capa de ozono.
- Reducir el uso de combustibles fósiles en los vehículos sustituyéndolos por otros de origen vegetal como el metanol. De este modo se reducirá el volumen de dióxido de carbono que se libera a la atmósfera.
- Impedir los incendios forestales, lo que evitará al mismo tiempo dos efectos: las emisiones de dióxido de carbono por la combustión, así como la reducción de la masa boscosa que consume el dióxido de carbono mediante la fotosíntesis.
- Fomentar el autoabastecimiento del entorno próximo para limitar el derroche energético en transporte y promover la diversidad y heterogeneidad funcional local.