José Luis López, conocido popularmente como “El Turronero” ha estado arropado por numerosas celebridades en un evento celebrado en Ubrique, cuya finalidad esencial es ayudar a los niños con discapacidad intelectual y enfermedades raras.
La Fundación López Mariscal, fundada y presidida por José Luis López, entregó un año más ayudas económicas a otras fundaciones por la admirable labor que realizan para mejorar la calidad de vida y la salud de los niños con discapacidad intelectual y enfermedades raras. Entre ellas destacaron la Fundación Isabel Gemio, presidida por propia la periodista, la Fundación Querer presidida por la periodista Pilar García de la Granja y la Fundación de Bertín Osborne, entre otras.
Todas estas fundaciones realizan una admirable labor social y según el Turronero, todas las ayudas son pocas cuando se trata de personas que se merecen lo mejor de lo mejor, ya que viven en situaciones delicadas.
El Turronero, consciente de que la música es el mejor aliado de la salud y felicidad de estos niños, y el verdadero alimento del alma, ha convocado a grandes cantantes y grupos musicales españoles para celebrar una verdadera olimpiada musical en la que participaron en un evento icónico cantantes como Pitingo, La Húngara, los Gemeliers, José Mercé, Raúl… Bertín Osborne presentó y cantó su nuevo villancico: “El Niño Jesús nació en Belén”, el cuál va a incorporar a su nuevo disco.
Como invitados especiales participaron políticos como Albert Rivera, que tuvo una calurosa acogida por su gran liderazgo y su espíritu altruista. También asistió Iván Espinosa de los Monteros, que se ha incorporado a la estructura empresarial del Turronero para pilotar el área económica. Durante el evento firmó su libro Miguel Ángel Revilla ex presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Acudieron grandes periodistas de España como Carlos Herrera, Pilar García de la Granja, Pipi Estrada, Nacho Abad, Paloma García Pelayo, Susana Griso, Beatriz Cortázar y el presentador Carlos Sobera, entre otros. Estos fueron gratamente recibidos por el público en el paseo principal del pueblo de Ubrique.
Del mundo del fútbol asistió Joan Laporta, presidente del Barça, los exfutbolistas Schuster y Miguel Torres, con su mujer Paula Echevarría.
Muy saludado ha sido Arturo Fernández que ha sido presidente de los empresarios de Madrid, sucesor de Fernández Tapias al frente de la CEIM y del círculo íntimo del Rey Juan Carlos I.
También asistieron admirables toreros como “Padilla”, Finito de Córdoba, Fran Rivera y Jesulín de Ubrique.
Después de la cena Fran Rivera, que se ha reconvertido de torero a cantante, cantó hasta altas horas de la madrugada con la nueva banda musical que ha creado recientemente.
En este evento tampoco faltaron Gloria Camila y su padre Ortega Cano, María José Suárez, Álvaro Muñoz-Escasi, Miguel Ángel Silvestre, Álex González, Sofía del Prado, Paloma Cuevas, Paz Padilla y los Janeiro, entre otras celebrities.
El broche de oro lo puso Pitingo, que tuvo una apoteósica actuación en el concierto, al que asistieron más de 2.000 personas. Pitingo acabó cantando para un grupo de 20 amigos en el salón de la casa del Turronero.
Sobre este evento solidario hemos recabado la opinión del doctor Manuel de la Peña, director de la Cátedra del Corazón y Longevidad y presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, que destacó la gran calidad humana, así como la gran vocación que tiene el Turronero por la medicina y señaló que hubiera sido un gran médico por su gran intuición y humanidad. Además, resalta la influencia positiva de la música en la salud de los niños con discapacidad intelectual. En este sentido, el doctor afirma que la música influye positivamente en estos niños, ya que activa áreas positivas de su cerebro. Los hace ser más optimistas y alegres, ya que contribuye a la liberación de endorfinas (hormonas de la felicidad). Por todo ello, de la Peña considera una idea muy innovadora que José Luis López haya creado una verdadera olimpiada musical para ayudar a estos niños a ser más felices. El doctor de la Peña finaliza afirmando que un empresario de éxito tiene que experimentar el placer de donar a fundaciones. Un logro que el Turronero ha conseguido.