El doctor Valentín Fuster, director General de CNIC y jefe de cardiología del Hospital Mont Sinai en Nueva York, ha recibido el premio a la Excelencia Sanitaria otorgado por el Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, que preside el doctor Manuel de la Peña. Asimismo, recibió el Premio el doctor Jesús Sánchez Martos, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, por su extraordinaria labor al frente de la sanidad madrileña.
El premio se lo entregó el Presidente de la Comunidad de Madrid. Junto al doctor Fuster lo recibió el doctor Ángel Villamor, reconocido traumatólogo.
Este mismo premio también lo han recibido Ministros de Sanidad, como Romay Becaria y Ana Pastor, el Defensor del pueblo y médicos de gran prestigio internacional.
Los Premios a la Excelencia Sanitaria fueron inspirados por el cardiólogo y Premio Nobel de la Paz, Bernard Lown en el año 1997 en el seno del Instituto Europeo y tienen como finalidad reconocer la trayectoria de personalidades relevantes.
El doctor Valentín Fuster durante la ceremonia de entrega de los premios pronunció una conferencia magistral sobre los factores de riesgo cardiovascular donde destacó: «Existen claras evidencias de la reducción del riesgo de muerte tras la cesación del hábito de fumar. La hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente, con una prevalencia superior al 40% en la población de más de 35 años.
Probablemente, gran parte del problema se debe a que el propio ciudadano hipertenso desconoce la enfermedad, aunque también contribuye el escaso control médico. Casi el 45% de los afectados no recibe tratamiento y tan solo el 16% de los pacientes está bien controlado. Este problema no solo afecta a pacientes de menor riesgo, sino también a los que presentan alto riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. Los cambios en el estilo de vida que reducen la presión arterial son, entre otros: la reducción de peso, la restricción del consumo de sal y el aumento de la actividad física.»
«Me preocupa, y mucho, que el 50-70% de los adultos tenga niveles plasmáticos superiores a 200 mg/dl de colesterol. Se ha constatado que, con un descenso de 40 mg/dl de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (cLDL), se consigue una reducción del 20% de la enfermedad coronaria. Para lograr estos objetivos es esencial una dieta cardiosaludable y, en caso necesario, instaurar una pauta con fármacos hipolipemiantes.»